Nos encontramos con un edificio pre-existente destinado a Centro Social que en la actualidad no satisface las necesidades del municipio. El nuevo programa de necesidades reclamado, un bar-cafetería, una sala polivalente y los servicios asociados, implica una completa redistribución interior. Al mismo tiempo, su estado de conservación es deficiente y actualizar sus sistemas constructivos y sus instalaciones supondría la práctica renovación de los elementos materiales del edificio en cuestión por lo que se decide demoler el edificio existente y proponer uno ex novo. Por último, cabe destacar el espacio urbano donde el edificio se encuentra. El edificio se enclava en una pequeña área peatonal aislada, anexa a la arteria principal de la localidad y en conexión con la calle Mayor y a través de ella, con los hitos urbanos de la misma. El edificio por tanto ocupa una posición privilegiada para ver y ser visto.
La intervención pretende crear un edificio que optimice su relación con el espacio exterior que le rodea, poniendo en valor ese espacio urbano que supone la plaza Moreno Navarrete, y que la convierta en referencia no solo para los habitantes de Noviercas, sino para cualquiera que atraviese la localidad por la calle La Marta. En definitiva, nuestro primer objetivo es que tanto el edificio con el tratamiento que se propone para el espacio exterior asociado a él, se conviertan en hitos representativos acordes a su carácter de espacio público, todo ello sin renunciar a la contemporaneidad. Por otra parte, queremos proponer un edificio versátil, que pueda amoldarse con flexibilidad a las diversas actividades que un edificio de este tipo suele albergar; desde pequeños eventos culturales a todo tipo de reuniones. Así mismo y no menos importante, pretendemos que el nuevo edificio sea un ejemplo de las mejores prestaciones de confort, funcionalidad y economía, y que pueda ser construido con solvencia y garantía gracias a un sistema constructivo asequible y de fácil ejecución.
La propuesta sigue las trazas del edificio existente, es decir, consiste igualmente en un edificio en “L”, aunque en este caso el acceso y los usos principales del edificio se sitúan en el área exterior de esta figura, donde pueden aprovechar el soleamiento de las orientaciones sur y este. De este modo, se consigue una organización eficaz que permite asociar los flujos de los visitantes hacia las áreas soleadas de la plaza que circunda el edificio, relegando los lados en sombra a los flujos del personal de servicio o de mantenimiento del edificio. Esta disposición se refleja así mismo en los huecos de las fachadas, los cuales actúan como grandes ojos ciclópeos en las zonas nobles del edificio, enmarcando las vistas a la plaza y a la calle mayor en el caso de la sala polivalente, o hacia la calle La Marta en el bar-cafetería; y permitiendo así mismo mostrar el espacio interior de estas estancias, deliberadamente cálido y extrovertido para atraer hacia sí a los transeúntes. Por el contrario, las fachadas de los espacios de servicio se dotan de huecos con celosías coplanarias con las fachadas con el fin de mimetizarse con ellas y ocultar la actividad que se desarrolla tras ellos.